El ‘Hombre Mosca’ voló de Nueva York a Albacete
El portugués Massa Vaz, apodado 'El Hombre Araña', escaló hasta la cúpula del edificio de Banesto de la calle Ancha. / LUIS ESCOBAR (ARCHIVO MUNICIPAL)
La mítica película de Harold Lloyd, estrenada hace un siglo, género una auténtica fiebre de acróbatas que escalaban todo tipo de edificios
Dos portugueses, Néstor López y Massa Vaz, se hicieron muy populares entre las décadas de los 20 y los 30 y treparon en Albacete el Hotel Regina y el Banco Español de Crédito
En Albacete, la cinta del cómico norteamericano, que se presentó en el Teatro Cervantes en 1928, dos años después que en Barcelona, fue todo un éxito de público
Hace un siglo que se estrenó uno de los grandes clásicos del cine cómico, El hombre mosca, la película protagonizada por Harold Lloyd que ha pasado a la historia por su icónica escena en la que el actor quedaba colgado de las agujas de un reloj en la fachada de un rascacielos neoyorkino.
La cinta supuso todo un éxito desde su estreno en Estados Unidos, en abril de 1923. Y lo mismo sucedió en medio mundo, incluido nuestro país, donde comenzó a proyectarse años después. En concreto, en Barcelona se presentó el 21 de febrero, domingo, de 1926 en el Coliseum, mientras que en Madrid se hizo lo propio el 10 de enero, lunes, de 1927 en el Royalty, promocionándose con el siguiente mensaje: "¡¡Incrédulos!! Oiréis las carcajadas que producirá entre los afortunados que logren encontrar entrada para el estreno en Royalty de El hombre mosca. Harold Lloyd, no solamente hará reír a los que se encuentren en la sala, sino a todo Madrid. Royalty siempre prepara sorpresas, pero dejará agradable recuerdo por mucho tiempo". Con esa presentación en el diario madrileño ABC, el interés era máximo, al igual que sucedió en Albacete.
A Barcelona, la película de Lloyd, conocido en España como EL, llegó en 1926. / PRENSA HISTÓRICA (MCU)
Éxito en el 'Cervantes'
La sala en la que se proyectó esta cinta en nuestra capital fue el Teatro Cervantes de la calle Ancha. Corría el año 1928. Y el día escogido para su presentación al público albaceteño fue el 1 de abril, domingo para más señas. La acogida fue excelente, y así lo recogió El Defensor de Albacete el 2 de abril, lunes, en su primera página. "La película El hombre mosca, proyectada ayer en el Teatro Cervantes, que consta de 7 partes, gustó mucho al público, pues el protagonista de la misma, Harold Lloyd, interpretaba admirablemente los momentos serios y grotescos de dicho film", señalaba el diario, añadiendo que "en vista del éxito, hoy se exhibirá por última vez, completando el programa con una cinta cómica de 2 partes".
La película, cuyo verdadero título era Safety Last!, cuenta la historia de un joven que decide emigrar a la ciudad en busca de un futuro mejor, convirtiéndose en un empleado de unos grandes almacenes, aunque hace creer a su cándida prometida que es un gran hombre de negocios.
La cinta y su mítico pasaje en el rascacielos -se rodó en varios emplazamientos de Nueva York, como el Hotel Atlantic de Broadway, además de los Estudios Hal Roach- nació de una escena real, la que contempló el propio Lloyd un año antes en Los Ángeles, protagonizada por el popular acróbata Bill Strother encaramado al edificio Brookman. Alucinado, Lloyd convirtió la hazaña acrobática en un guion e, incluso, tiró del hombre mosca que vió en California como doble de la famosa escena.
La fiebre del zumbido
Como consecuencia del impacto que la película causó, fueron numerosos los hombres mosca que comenzaron a revolotear por las fachadas y azoteas de los edificios. Y España no fue una excepción, también la ciudad de Albacete, aunque los más populares fueron dos atletas portugueses, Néstor López, conocido artísticamente como El Hombre Mosca, y Massa Vaz, que se bautizó como El Hombre Araña para diferenciarse de su competidor.
Néstor López subió al edificio del Hotel Regina.
El primero comenzó a escandalizar al público durante los primeros años de la década de los 20, y fueron pocas las ciudades que se vieron exentas de tal espectáculo. Incluso hubo quien quiso emular a Néstor López, y salió mal parado, como sucedió en Murcia en septiembre de 1928, donde un tipo llamado Juan Rubio, de 33 años de edad, escaló por la fachada del edificio ubicado en el número 80 de la calle de Sagasta. Unas horas antes había visto al auténtico Hombre Mosca subir al Hotel Victoria de la capital murciana. Pero Juan Rubio, cuando apenas había alcanzado el primer piso, cayó y se dio de bruces con el suelo, con el resultado de quedar herido de gravedad.
Dentro de la gira que Néstor López realizaba por España, llegó a Albacete. Fue el 9 de mayo, jueves, de 1929. La noticia fue adelantada por los diarios capitalinos. Así, El Diario de Albacete explicaba que el portugués no es un saltimbanqui ni un desesperado de la vida. Su presencia es la de un aristócrata americano, la de galán de alta comedia, pulcro, elegante, perfecto hombre de mundo que ha viajado por toda Europa y América del Sur, hombre culto que conoce seis idiomas perfectamente".
Añadía que no estábamos ante un hombre vulgar, "tampoco un desesperado, que aburrido de la vida trate de burlarse de ella. Es un hombre optimista, aventurero de raza, que busca conocer el peligro para saborearlo, para triunfar de él". Con la mirada puesta en Hollywood, ya había trabajado, según el rotativo, en películas tales como Ojos del alma, Fantasmas de amor, Sirena de piedra y La venenosa, en este caso, con Raquel Meller.
El Diario de Albacete daba cuenta de sus logros como insecto humano, escalando, entre otros edificios, las catedrales de Santiago de Compostela y Burgos, el Hotel Florida de Madrid, la Giralda de Sevilla, el Acueducto de Segovia o la Torre Eiffel de París. Suma y sigue.
Campaña publicitaria de un insecticida
El edificio escogido por Néstor López en Albacete fue el Hotel Regina, edificio levantado en 1919 en el actual Paseo de la Libertad obra del arquitecto Julio Carrilero, y que hoy alberga una entidad bancaria de la tierra. El Hombre Mosca escaló vestido de soldadito de Flit, promocionando de esta manera la campaña publicitaria de este popular insecticida en esa España del pasado siglo, y cuyo protagonista era un militar con uniforme prusiano en blanco y rojo.
"A primera hora de la tarde de ayer, Néstor López, el llamado Hombre Mosca por su agilidad extraordinaria, escaló, vestido de soldadito de Flit la fachada del Hotel Regina", decía la crónica publicada en El Defensor de Albacete, el 10 de mayo, viernes, agregando: "El hábil y afamado escalador, con gran pericia y serenidad, subió la cúpula del edificio, arrojando desde allí multitud de programas de la casa Flit, que ha sabido lo que hacía al contratar al Hombre Mosca para acreditar sus productos con una tan origina propaganda". "El atrayente espectáculo fue presenciado por numerosísimo público, que pagó la proeza del Hombre Mosca con grandes ovaciones", concluía la crónica.
La competencia, el 'Hombre Araña'
Massa Vaz escaló el edificio de Banesto, la Casa de Juan López, en plena calle Ancha.
Dos años después, en 1931, llegó el turno para el Hombre Araña, el también luso Massa Vaz, que escogió para sorprender a los albacetenses el edificio del otrora, Banco Español de Crédito, en Marques de Molins, esquina con Concepción. Fue el domingo, 22 de febrero, pasado el mediodía. El acróbata, a quien acompañaba siempre su esposa, solicitó autorización al alcalde, José María Blanc Rodríguez. Y prometió que haría todo lo posible para agradecer a todo el público albaceteño.
Su bagaje, similar al de Néstor López, así lo acreditaba. Incluso, en cuanto a accidentes, ya que en una de sus proezas salí muy mal parado en Badajoz.
Así las cosas, ¿quién duda de la influencia del cine en la sociedad?
Arxiu Nacional de Catalunya